ESTANCADA EN TACONES SOBRE LA CALZADA

No tenía ningún sentido que siguiera allí parada. A cada paso; hacia delante y hacia atrás, se endurecía el pavimento bajo sus pisadas. El suelo; cada vez más húmedo, crepitaba al recibir fuertes impactos por las escasas gotas de agua. Ella vacilaba en el mismo lugar en el que se encontraba. 

Pese a la ligera llovizna era un día seco. Apretaba los músculos de sus piernas, pues se mostraba tensa, y contraía los dedos de ambos pies una y otra vez, haciendo un leve movimiento de fricción sobre la plantilla de su zapato de tacón, opaco y negro, que tarde o temprano provocaría el descolocarla. 


Miró a ambos lados de la calzada. Primero a la izquierda, luego a la derecha. Su expresión era neutra. Pero el movimiento de su melena; La agitación de su flequillo , que sentiría como finos latigazos sobre sus mejillas, provocada por un brusco giro de cabeza, denotaba una actitud esperanzada. La perspectiva de que algo - desconocido - llegara, la sorprendiera, la ilusionara y la agarrase en volandas. 

Musa de la Glíptica

Supongo que el sueño de toda mujer alta es descubrir la ilusión de poder ser agarrada en volandas. 

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